domingo, 19 de marzo de 2017

POR UN MERCADO DE TELECOMUNICACIONES MEJOR

En el tiempo que llevo trabajando como consultor de telecomunicaciones para empresas, he podido constatar que para conseguir un mercado de Telecomunicaciones con la máxima calidad en los servicios y el precio más ajustado por los mismos, resultaría imprescindible que los usuarios finales de los servicios, colocasen a los grandes y pequeños operadores en un escenario de máxima competencia.
Pues bien, aún siendo esto una obviedad, es fácil constatar que las actuaciones de una gran mayoría de usuarios, no sólo no sirven a este fin colectivo de crear un marco de máxima competencia entre operadores, sino que al contrario terminan por constituir un verdadero obstáculo para la consecución de tal fin en la medida que aceptan prácticas de los operadores, que si bien pueden suponerles un pequeño beneficio o ventaja puntual e individual a corto plazo, constituyen un perjuicio para la totalidad de los usuarios, ellos incluidos, a medio y largo plazo, por cuanto que impiden la generación de un entorno de mayor competencia.

Por poner un ejemplo, resultaría interesante analizar la actuación de muchos usuarios cuando se encuentran ante una oferta de operador distinto al que tienen contratado que mejora las soluciones de telefonía e Internet de su empresa, no sólo en servicio, sino también en precio. En este escenario, y que cada cual haga su reflexión personal, nos encontramos con dos prácticas que pueden estar favoreciendo un mercado de menor competencia de la deseada.

La primera de estas prácticas parte directamente del cliente o titular del servicio. Esta práctica consiste en que el cliente en vez de aceptar y contratar ese mejor servicio y precio que le ofrecen, actuación que si reforzaría un mercado de máxima competencia, decide renegociar con su operador sus condiciones actuales en base a la oferta recibida. En la mayoría de los casos esta renegociación finaliza con una mejora de las condiciones por el operador actual y como consecuencia el mantenimiento del cliente en la cartera de dicho operador.

La segunda de las prácticas procede del propio proveedor de servicios actual del cliente y consiste en activar lo que se conoce como proceso de “contención”. Este proceso consiste en evitar la portabilidad del cliente a otro operador mediante una oferta que le mejore las condiciones actuales. En este caso es el propio operador quién se pone en contacto con el cliente, bien sea a través del comercial asignado a ese cliente, o bien a través de los departamentos conocidos como departamentos de contención. En ambos casos la estrategia que se sigue es prácticamente idéntica, primero se trata de averiguar la oferta que ha recibido el cliente de otro operador, para a continuación proceder a ofrecer una mejora de las condiciones contractuales actuales.

Ambas prácticas finalizan por tanto del mismo modo, una oferta de mejora de condiciones al cliente por su operador. Esta situación que a cada cliente concreto le puede parecer muy ventajosa y beneficiosa, esconde en realidad una gran trampa, que no es otra que el mensaje que el cliente está enviando a su operador y, por extensión, al resto de operadores, mensaje que en esencia dice:”No importa lo que me estés cobrando, ni siquiera importa la calidad del servicio que me estés prestando, ya que si algún día alguna empresa de la competencia me ofrece algo mejor, lo único que vas a tener que hacer para que continúe siendo tu cliente es que me ofrezcas algo parecido.” De este modo, el operador cuenta con una gran ventaja, y no el cliente como pudiera parecer, ya que no tiene que esforzarse por mantener optimizadas las tarifas de los servicios que presta a sus clientes, ni tampoco tiene que esforzarse demasiado en la calidad de sus servicios, especialmente los servicios de atención, ya que sabe de antemano que con igualar las ofertas que pueda tener el cliente en el futuro es suficiente para que el cliente siga siendo cliente.

La consecuencia evidente de este planteamiento, y por eso decía que esta práctica esconde una gran trampa, es que el operador no necesita  ofrecer el mejor precio y servicio a sus clientes para mantenerlos como clientes, y por tanto, posiblemente los clientes estén pagando en el tiempo un sobreprecio por la contratación de sus servicios de telefonía e Internet. Además de ello, esta práctica genera otro problema adicional, cual es la existencia de clientes en un mismo operador con distintas tarifas por la contratación de los mismos servicios, diferencia justificada únicamente en la mayor o menor tendencia a la “infidelidad” del cliente.

Es evidente que si en el escenario planteado, la generalidad de los clientes optaran por la contratación de los servicios del operador que les está ofreciendo una mejora en calidad de las soluciones de telefonía e Internet, así como del precio de tales soluciones, sin permitir renegociación alguna con el operador actual, esto se traduciría de forma inmediata en un mayor esfuerzo por parte de todos los operadores de ofrecer a sus clientes los mejores precios y servicios que son capaces de ofrecer en todo momento, e incluso un esfuerzo continuado en el tiempo por tratar de mejorar tales precios y calidades de servicio, generándose de este modo una mejora evidente para todos los usuarios de servicios de Telecomunicaciones de precios y servicios.

La conclusión de todo lo expuesto es clara: la calidad de precios y servicios que tenemos en la actualidad es una consecuencia en gran parte de las actuaciones colectivas de los usuarios de los servicios de Telecomunicaciones. Si realmente queremos que se produzca una sustancial mejora en la calidad y precios de los servicios de telefonía e Internet que consumimos, es imprescindible trabajar individualmente a favor de dicho objetivo, y una forma de hacerlo es no aceptar renegociaciones, segundas vueltas, ofertas de contención, recontención, etc…, y a pesar de la “incomodidad” que nos pueda suponer el cambio, optar por el cambio de operador cuando tengamos una oferta de servicios y precio mejor que la que tenemos contratada y nos hayamos asegurado de la fiabilidad de la misma.



Fdo. J. Ignacio Pascual Luca de Tena

sábado, 18 de marzo de 2017

CAMBIANDO LA FORMA DE GESTIONAR LOS SERVICIOS DE COMUNICACIONES



La mayoría de nosotros ha tenido experiencias negativas con todos los Operadores, cosa que es normal, ya que todos actúan de forma muy similar y, por ello, son muy semejantes los abusos y problemas con los que tenemos que lidiar en los distintos Operadores.

Por ejemplo, la información a la que podemos acceder cuando queremos contratar un servicio a través de los tres canales de cualquier Operador, canal distribuidores (asesores y comerciales presenciales), canal telefónico (Contact Centers), canal de internet (webs Operadores), es siempre y en todo caso información comercial, y como tal información está diseñada para provocar un impulso de compra en el cliente potencial, pero en ningún caso obtenemos una información que nos permita tener una "imagen" clara de todos los aspectos del servicio que vamos a contratar,

Si esto es así, que lo es, la conclusión es clara, la solución no está en encontrar al Operador "bueno", que tal y como he expuesto no existe, sino en pasar de un modelo de autogestión de nuestras comunicaciones, a un modelo de gestión delegada en un profesional independiente, que tenga acceso a las soluciones de comunicaciones de los diferentes Operadores, y de confianza, que nos contrate y nos gestione nuestros servicios defendiendo nuestros derechos frente a los abusos de los Operadores. De este modo, deja de ser importante el Operador y pasa a ser fundamental que el profesional que elijamos sea un buen profesional. Las ventajas de este modelo de gestión son:
- Información clara, completa y transparente sobre las distintas soluciones de comunicaciones existentes en el mercado que puedan servir para resolver nuestras concretas necesidades de comunicaciones;
- Asesoramiento desvinculado de un interés de venta de una solución concreta, al profesional le dará igual que Operador contrates, lo que le importará será que la solución que contrates sea la más adecuada;
- Ahorro de tiempo en la gestión de los servicios. Una vez estemos trabajando con un profesional independiente será el profesional el que nos realizará todas las gestiones que precisemos (nuevas contrataciones, cambio de servicios, reclamaciones, solución de incidencias, etc...), lo cual nos permitirá un importante ahorro de tiempo y de "berrinches";
- Garantía de mantener optimizadas nuestras soluciones de comunicaciones en todo momento, tanto a los nuevos productos que pueden ir apareciendo, como al avance tecnológico (avance que en este sector es constante y cada vez más rápido).


Esto es en definitiva en lo que consiste mi actividad profesional y a lo que me dedico, ayudar a las empresas a adoptar las soluciones de comunicaciones más adecuadas a sus necesidades y defender los derechos de estas empresas frente a los Operadores de comunicaciones.

sábado, 4 de marzo de 2017

FACUA denuncia a Vodafone ante la Dirección General de consumo de Madrid por la última subida de tarifas


Vodafone aplicará las subidas de tarifas tanto a los nuevos clientes como a los clientes actuales, incluidos los que tengan compromisos de permanencia. Tolerar el los abusos de hoy garantiza los abusos de mañana..

La nueva subida de tarifas de Vodafone se va a aplicar a todos los clientes: nuevos y actuales. Para los clientes nuevos se aplicarán las nuevas tarifas desde este mes de marzo, y para los que ya son clientes de Vodafone a partir del próximo día 28 de abril. Los clientes actuales recibirán con la factura de este mes la comunicación correspondiente sobre las nuevas tarifas y servicios.



Parece razonable que los Operadores puedan modificar los precios y servicios que ofrecen en cada momento, ofreciendo estos nuevos servicios y precios a sus clientes potenciales.  Ahora bien, lo que constituye un claro abuso es imponer tales modificaciones de aspectos esenciales del contrato, a clientes que tengan contratos con compromisos de permanencia. Es evidente que en este caso se trataría simple y llanamente de un incumplimiento del contrato por parte del Operador. Dicho incumplimiento, conforme a lo que dispone el CC en relación a obligaciones y contratos, habilitaría a la parte cumplidora con un doble derecho, a saber:
-  Exigir el cumplimiento del contrato
-  Instar la resolución del contrato y reclamar los daños y perjuicios que tal situación pudiera acarrear a la parte cumplidora.

No obstante ello, y tras tres años en los que se ha venido repitiendo esta práctica por parte de los Operadores, podemos afirmar que estos derechos de los clientes son están siendo efectivos. Las razones que encontramos para esta falta de efectividad de los derechos de los clientes son básicamente tres:
- Los Operadores no respetan el derecho de los clientes a mantener las condiciones del contrato dejando cómo única opción al cliente para exigir tal derecho la via jurisdiccional;
- Prácticamente ningún cliente acude a la vía judicial para reclamar su derecho a mantener las condiciones contratadas por la enorme desproporción que hay entre el esfuerzo que tiene que hacer para conseguir la efectividad de su derecho y el beneficio que puede obtener con ello;
- Muy pocos clientes penalizan al Operador portando sus servicios a otro Operador.

La consecuencia es clara, una total ausencia de sanción o penalización al Operador por la realización de este tipo de actuaciones que ha llevado a que los Operadores hayan convertido en hábito esta práctica abusivo, en los tres últimos años los tres grandes Operadores han acometido subidas de tarifas de este tipo al menos una vez al año.

Es hora por tanto, si es que queremos un Mercado de Comunicaciones en el que se respeten los derechos de los clientes, de penalizar al Operador que acometa actuaciones de este tipo, bien sea realizando la oportuna reclamación judicial, bien sea portando los servicios a otro Operador, o bien sea exigiendo un cambio normativo que sancione este tipo de actuaciones.

No dar respuesta a los abusos de hoy nos asegura un futuro con más abusos.

viernes, 3 de marzo de 2017

Efectos de las subidas de tarifas. Análisis portabilidades 2016.



A la vista de los datos del 2016 se puede extraer la siguiente conclusión: el único Operador que pagó con pérdidas de clientes la subida de precios, o mejora de tarifas según lenguaje de los Operadores, en el 2016 fue Vodafone. Dicho de otro modo, los clientes no penalizaron ni a Movistar, ni a Orange, portándose a otra Compañía, por sus subidas de tarifas.

No es de extrañar que ante estos datos los Operadores hayan decidido repetir la operación en el presente 2017.

Si queremos mejores servicios y precios es fundamental cambiar la pasividad de los clientes frente a los abusos de los Operadores por acciones que penalicen tales abusos.

En definitiva, los grandes beneficiarios de la pasividad de los clientes de comunicaciones son los Operadores de telefonía e Internet, que ante la pasividad de sus clientes no vacilan en subir las tarifas a sus clientes, subidas que según la tendencia de los últimos 3 años aplican un mínimo de una vez al año, y todo ello, en evidente perjuicio de los clientes.



Por tanto, si de verdad queremos un mercado con mayor competencia, y como consecuencia, con mejores servicios y precios, resulta indispensable que los clientes estén dispuestos a asumir la incomodidad del cambio y a penalizar a los Operadores portando sus servicios cada vez que consideren que la actuación del Operador constituye un abuso.


Fdo. J. Ignacio Pascual